Érase una vez, así empiezan los cuentos de caballeros y
princesas, pero ni esto es un cuento ni yo un caballero ni existen las
princesas, simplemente existes tú en un mundo lleno de oscuridad, de negrura,
de frío, simplemente eres un luchador luchando en este mundo por sobrevivir,
pero no estás solo no, después del tiempo junto a una persona que creías que
era algo que simplemente era una fachada te das cuenta de que realmente no
estabas enamorado, ni la querías, simplemente estas en un estado de trance, mas
comúnmente llamado enchochonado, simplemente eso y cuando se va lo pasas mal
pero luego recuerdas que tenías amigos, a tu lado, que tienes familia, tienes
tu vida y no la suya, pero eso cambio cuando estando un día de tirado en un bar
le coges el móvil a un amigo y quedas con una amiga suya pensando que no
quedaría, para no tener que ponerte decente, hasta que dice que sí y te
preparas normalmente para salir tomarte algo y disfrutar de la noche.
Ahora el asunto es, te preparas quedas vas a buscarla, la
conoces, la vuelves a ver ya que esa chica se colaba por momentos en mi mente y
en mi camino, hasta que esa noche se cruzó su mirada, su sonrisa y me enamoro.
¿Qué cómo sé que me enamoro? Porque no sabía que decir ni hacer, nadie la hacía
mucho caso y menos el que originalmente era su amigo, así que empecé a soltar
cosas sin ton ni son, diciendo alguna chorrada que otra, me sudaban los
pensamientos, me latía el corazón, todo pasaba rápido y lento a la vez, mi
mente pensaba deprisa, pero mi boca aún más, ya que salía datos de
documentales, no sabía que estaba haciendo, simplemente estaba con la chica de
mis sueños, y yo con un discurso que ni un político, pero, quería besarla,
abrazarla, acariciarla, simplemente la quería cerca de mí, era dulce, bonita,
era y es una de esas chicas extintas, por tanto daño que la hicieron, simplemente
era el empujón que necesitaba mi vida, la chispa adecuada, pero esa noche me
faltaban fuerzas, me faltaba un empujón para expresarme, había sufrido, no
quería reabrir mis heridas ya cerradas, pero algo me decía en mi interior que
me lanzara, era una fuerza invisible, un algo que quería algo en concreto,
tenerla a ella, y en ese preciso instante en la fiesta que estábamos, nos
fuimos a un bar de copas, donde
chupitos, se tomaron sin ton ni son, donde la oscuridad te hacia bailar al son
de la música, donde unos labios podían juntarse después de que ella me agarrara
para bailar, o lo que fuera, que hiciese, y allí después de que me agarrara y
me sacara a bailar la di la vuelta, mi mente reacciono más rápido que mi
control sobre mi cuerpo, no pude pararme, no era yo, una fuerza se apodero de mí,
sus labios suaves y húmedos, me llamaban la atención su mirada penetrante me hacía
sentirme atraído por ella, demasiado tarde para retirarse de la batalla
demasiado lento, para fingir, simplemente me decidí o mejor dicho mi mente decidió
besarla, no resulto las cuatro primeras veces, casi exhausto y triste decidí
que si no conseguía besarla paraba y me iba
a casa, pero justo en ese instante, algo ocurrió, mis labios tocaron los suyos,
mis manos su cuerpo, fue una sensación rara, sentía como si el pasado, no
hubiera existido, como si todo se hubiese reiniciado.
Una vez la bese, no se separó de mi lado ni de mis besos ni
yo de ella, después de días triste llorando, hundiendo recuerdos con lágrimas,
reparando un barco hundido, por fin, salí o terminé de salir a flote de romper
el pasado, de cargarme todo lo anterior de liberarme de las penas y dejar de
arrastrar lastre y cadenas, sonreí esa noche, tanto que no me importo que se me
olvidaran las llaves en casa, fue maravilloso, y ella es maravillosa, dulce ,amable,
simpática, mimosa a mas no poder y sincera, y lo mejor le encantan los besos y
abrazos al igual que a mí, no puedo decirle lo mucho que la quiero, pero si lo
mucho que la deseo y lo mucho que la echo en falta cuando ella no está junto a mí,
por eso desde hace casi un año, vivo feliz, sonriente, me levanto pensando en
que bonito es vivir, y quiero que esto siga, no quiero enfrentarme a mas
sufrimiento,, a más heridas echas por sentimientos, por palabra, son peores que
una puñalada por la espalda, pero todas las cosas, se ponen en su sitio y se
ordenan, todo rio va por su cauce y este rio tiene un caudal ancho y lleno,
pero no de lágrimas si no de felicidad, de amor, de deseos, junto al fin el fin
del principio el principio de algo diferente, de algo bello, algo que me hace sonreír
cada mañana cada día algo que es tan especial que no se puede explicar si no
demostrar en el día a día, algo que se debería sentir toda la vida, y solo
llorar de felicidad o tristeza por la pérdida de alguien, que se va sin decir
adiós para siempre, el resto son lagrimas desperdiciada, y tiempo
desperdiciado, a lo tonto, así que ahora lloro de felicidad cada vez que me dice
te quiero o te amo, cada vez que esta junto a mí, porque es la personita más
especial de mi vida y del mundo, algo que es muy importante para mí es su forma
de evitar las discusiones, y pasar del tema, su sinceridad, sus abrazos, y su
calurosos besos que me transportan al más bello paisaje tropical, por eso
quiero decirte gracias por haberte dejado besar, gracias por quererme y amarme,
y gracias por estar junto a mí y compartir momentos tan bonitos, como una
película de amor junto a ti, o una tarde de frio junto a tu calor y el calor de
la mantita, te quiero, amo y deseo Cristina Martínez Hortigüela, luchemos en la
vida juntos hasta el final y venzamos a monstruos juntos para siempre, la mejor
novia del mundo mundial, y espero hacer más viajes y visitar más sitios junto a
ti y tu besos y abrazos, te quiero.
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